lunes, 23 de marzo de 2015

PARA GABO DESDE LO QUE SOY

Recordando esta reflexión a cerca de un año de su fallecimiento:
Ayer, luego de conocer su partida, pensé compartir mis pensamientos de una manera que posiblemente sería muy superficial, pero afortunadamente, decidí dormirme con la certeza de que esto no sería una simple muerte, sino la celebración de la vida, la celebración de quien llevaba en su interior a nuestro país, usted, Gabriel García Márquez, era Colombia en sí mismo.
Desperté leyendo los desafortunados comentarios de una congresista elegida por el Centro democrático en los que le deseaba que se fuera al infierno, la prestante dama rescataba su riqueza literaria pero le condenaba su amistad con Fidel Castro. Quizás ella nunca entendió sus obras, entonces es mejor que no le agradezca nada. Para nosotros, los que lo admiramos entendiéndolo, que somos una minoría notable en este país de raticos, usted está en el cielo, usted merece estar descansando en una hamaca grande al lado del viejo Leandro, de Escalona y no sé de cuántos juglares más, con las notas agradables al oído de buena parranda Vallenata.
Gabo, es que usted es Colombia. Crecí escuchando a mi mamá hablar y enseñar el realismo mágico, es más, en mi colegio, sin saberlo andábamos diariamente inmersos con personas que trataban de que viviéramos en ese realismo. Mientras crecía me gustaba más la trova cubana, el vallenato clásico lo iba aprendiendo a amar y a entender, políticamente pensaba distinto y la bohemia que rodeaba mis ambientes me desvivía. Cuando leí su primera obra quizás no era el momento de leerla, no siempre los momentos para todos son los mismos, aún no era el momento para darme cuenta de algo. Usted llegó más tarde de lo que esperaría la academia, pero qué va!, si yo ya lo vivía en mi manera de ser, en mi esencia. Cuando usted llegó, Gabo, me ratificó porque era como era, así como cuando uno lee a William Ospina, así como cuando se entiende quiénes son los de uno. Usted me ratifico tantas cosas y me aclaró que no era un loco al pensar muchas otras, y quiero enumerarlas, para descansar esta prosa, que es jarta, eso creo porque sé que muy pocos la leerán, no es como la suya que entre palabra y palabra se respira lo limpio del amarillo de sus letras:
1. Ratifiqué que la única diferencia entre los Liberales y Conservadores en este país, es la hora en la que van a misa. Hoy, profeta, lo vivimos con la mal llamada unidad nacional (me cago de la risa).
2. Aprendí, Gabo, que el amor es imperfecto, que se puede amar como Florentino Ariza, no sin antes descubrir las fases eternas de las diferentes mujeres que se cruzan por tu vida. Aprendí que no se busca alguien, el universo te la pone, se la lleva y te la devuelve cuantas veces le da la gana, por eso hay que vivir.
3. Gabo, ratifiqué lo lindo de nuestro folclor, cuando Iván Villazón retomó los versos de la Diosa Coronada, quizás lo cantábamos, pero con usted comprendí lo que valía esa melodía del gran Leandro Díaz. Así como vale el alma de Matilde Lina, o lo hermoso que es escuchar a Poncho (de este decir que su voz no va acorde con su actuar) entonando las frases de Mañanita de Invierno. Amo más el folclor vallenato gracias a usted.
4. Gabo, usted está salvado hace mucho rato, porque cree en la paz, porque describió el horror de esta cruenta guerra, que para nosotros no lleva 50 años, una guerra que no le corresponde sólo a las FARC, aunque han colaborado bastante, esto es una guerra desde mucho antes de la mal llamada independencia, esto es una guerra que se ha ido agudizando simplemente, que vivieron los Buendía, los Iguarán, los moscote, es la guerra de todos, es la guerra que se olvidó, porque aunque ser Colombiano es un orgullo, no es tan orgulloso esa característica infame de olvidar lo que pasa.
5. Ya lo sabía, pero amo más la costa caribe por usted, mi costa caribe Colombiana, porque la siento mía. Con mis amigos costeños, muchos buenos amigos, ya sabía lo que ataba mi piel, pero usted hizo que lo entendiera. Cuando llegué a la Universidad, en esa diversidad cultural, hice un repaso exacto de por qué son tan felices, tan exitosos y tan humanos, por eso me emociona el sonido de un acordeón, y el olor a la dulce sal, y el oído de las olas en la orilla del mar Samario o Cartagenero. Viajar por esas vías, y aunque no conozco Aracataca, la sentí en Cien años de soledad viviendo a Macondo, desde ver las vías del tren del olvido, hasta la fauna, la flora, la arepa e' huevo y una guacharaca, una caja y un acordeón, el calor exasperante pero que se soporta porque sabes que vas a llegar al paraíso. Inclusive, hasta lo ribereño se aprecia cuando ves la majestuosidad del río grande de la Magdalena y de quiénes viven sobre este.
Tengo mucho más por decir, pero el resto se queda en mi corazón de humilde Colombiano que sueña con poner un grano de arena para que las futuras generaciones sean mejores. Usted, Gabo, es tan grande que por medio de las nuevas tecnologías se logra comprender su majestuosidad, amigos de Chile, Brasil, Argentina, Perú, México (quien te acogió y te quiso como un hijo) y desde todos los continentes, he visto por esta red social lo que lo entienden y lo aprecian, los invito a venir, los invito a tomarse un ron bajo un palo é mango al son de un acordeón, o a oler el mar desde la gran muralla, o ir al bello Valle, o visitar los pueblos que abundan en Macondo, porque para mí no es uno sólo. Se fue nuestro Nobel, cuando yo nací ya usted era y cuando pudiera ver cosas especiales de este gran país se nos va. Gabo, amaste hasta a la nevera, fuiste feliz en Bogotá y Zipaquirá, esa sabana también tiene mucho para contar. Fuiste periodista, escritor, amigo, esposo, fuiste un pensador, fuiste un exiliado, fuiste tantas cosas, pero la más importante y las que hoy nos ata, fuiste COLOMBIANO.

martes, 10 de marzo de 2015

LOS RETOS DE LA BONITA

El Área Metropolitana de Bucaramanga -AMB- es una de las zonas urbanas más importantes para el país, en la que confluyen los municipios de Girón, Floridablanca, Piedecuesta y Bucaramanga. Alrededor de un millón de habitantes residen en el área, la cual se ha venido constituyendo como una ciudad dinamizadora de un creciente ambiente económico, donde en el orden departamental su contribución al PIB del país está alrededor del 7%, convirtiéndose en la cuarta región en importancia después de Bogotá, Antioquia y el Valle del Cauca. Una buena red de universidades, la calidad de la infraestructura en salud, sectores que se han vuelto mucho más competitivos como la construcción y sectores tradicionales importantes como la confección, la joyería y el calzado, hacen de estos municipios un polo relevante de desarrollo, esto sin contar innumerables empresas de producción y de servicios que están trabajando en un ambiente innovador creciendo de forma estable. No obstante, existen muchos temas que se deben potenciar para que la ciudad sea mucho más competitiva y preponderante en el ámbito nacional, que contribuyan de una manera más amplia al apoyo que esta zona le sustenta al sur del César, Norte de Santander y Sur de Bolívar, regiones que utilizan esta área urbana para satisfacer sus necesidades comerciales, de salud y  de educación de sus habitantes.

El AMB necesita seguir sumando esfuerzos para ampliar las metas y el alcance de tópicos sobre los que se ha trabajado de forma constante por parte de las fuerzas vivas de la ciudad. Sin embargo, hay temas que se han dejado de lado y algunos otros con un trabajo escaso. Principalmente, Bucaramanga requiere de líderes que se atrevan a incursionar de forma innovadora en la solución de retos que harán del área una zona mucho más atractiva, estos se enmarcan en: La optimización de la movilidad, el apoyo a la cultura y el deporte, la inversión empresarial, el emprendimiento y la inclusión social.

La movilidad es un tema central que a todos nos interesa, así como en el país uno de los principales problemas logísticos durante años ha sido el transporte, debido a la falta de infraestructura y de variedad de medios, en el AMB optimizar los desplazamientos influirá en la calidad de vida de sus habitantes, en la experiencia de los turistas y en la rapidez de los procesos dentro de las empresas, lo que está directamente relacionado con la productividad. En un artículo de Vanguardia Liberal del año en curso, se relacionaba que dentro del AMB existen alrededor 553 mil vehículos registrados, casi que por cada 2 personas que conversan en un sitio público existe una con vehículo propio, sin duda una causa que genera un problema reflejado en el colapso de las vías de acceso y de conexión de los diferentes municipios, haciendo los trayectos mucho más largos y menos efectivos. El tercer carril es un hecho, la esperanza del ciudadano es que logre conectar con mayor rapidez el norte y sur de la ciudad, las obras de infraestructura vial siempre serán importantes, pero se debe tener cuidado porque el número de vehículos puede seguir aumentando y en 10 años estar promoviendo el cuarto carril. Es necesario que nuestros líderes revisen estrategias diferentes, como por ejemplo, que trabajen de forma integrada con el sector empresarial, las universidades, colegios y el sector público, en la modificación de los horarios de ingreso y salida para cada caso, una estrategia que puede contribuir a optimizar el número de personas saliendo o llegando a sus hogares en una hora determinada, pero para esto también hay que avanzar en una nueva mentalidad que nos lleve a entender que quien más trabaja no es quien más horas pasa dentro de una oficina. Por otra parte, un sistema de transporte masivo con muchas fallas estructurales, estos sistemas fueron diseñados principalmente para tener un carril exclusivo y para movilizarse rápidamente. En primera instancia, el sistema no ha logrado a la fecha conectar de forma óptima toda el AMB, un turista no podría visitar todos los sitios que tiene este conurbano dentro de un bus de Metrolínea y, adicional a eso, el sistema tiene puntos en el que funciona dentro del carril de los vehículos particulares, uno de los grandes desaciertos. En Bogotá, a pesar de que el sistema colapsa en hora pico debido a la gran afluencia, es mucho más óptimo, los buses tienen carril exclusivo en toda su infraestructura, va a los puntos turísticos, cuenta con aplicaciones digitales que facilitan la ubicación y la frecuencia de los buses es mucho más alta. Estos buses están diseñados para tener su carril exclusivo, es inconcebible ver cómo al final del Viaducto García Cadena algunos buses se tienen que salir de su carril para parar en una estación que se encuentra en el carril de los vehículos particulares, o que estos buses anden como cualquier automotor por la angosta carrera 33, y finalmente que no sea respetado su carril debido a la gran congestión. Metrolínea ya existe, el reto que se propone es su optimización, su ampliación y construir estrategias para evitar que los buses circunden dentro del tráfico normal, esto ayudará a la descongestión y disminuirá el riesgo de accidentes. Otro punto del reto de movilidad es fomentar la bicicultura, el AMB cuenta con una geografía que no es fácil para un ciclista, sin embargo, existen zonas planas donde se debería tener una buena infraestructura de ciclorutas que vaya acompañada de educación para el ciudadano, tanto para el ciclista como para el peatón. Afortunadamente, se conserva un buen ambiente de grupos que fomentan esta práctica y que la han llevado mucho más allá de la ciclovía, como Ciclaramanga, Mujeres Bici-bles, entre otros. Son iniciativas que cualquier líder debería apoyar e integrar a estas personas para trabajar en esta materia.

Otro de los retos que enmarcan el futuro del AMB es la inversión en cultura y deporte. Las ciudades del futuro son zonas en las que se encuentra una gran variedad de actividades por hacer, entre las que no sólo está la dinámica de los grandes centros comerciales, sino la gran infraestructura para participar en actividades deportivas y grandes teatros que propician los eventos musicales, de artes escénicas y exposiciones de artes plásticas. Bucaramanga cuenta con personas que hacen esfuerzos para traer eventos relevantes para la ciudad, como por ejemplo “Abrapalabra” con el fortalecimiento de la cuentería, sueños de historias contadas por artistas nacionales e internacionales. El Teatro Corfescu y toda la organización realizan además de esto, eventos con artistas de orden regional, nacional e incluso internacional durante todo el año. Sin embargo, el trabajo es arduo en esta materia, se debe integrar a la academia para volver masivo el uso de los escenarios y que se puedan traer artistas con un costo accesible al público. Fortalecer los eventos en el Luis A. Calvo de la Universidad Industrial de Santander, el mismo Teatro Corfescu, e indiscutiblemente concretar de una vez el proyecto del Teatro Santander, qué bueno ver un futuro en el que recitales de artistas internacionales no sólo sean en Medellín y Bogotá, sino que incluyan a Bucaramanga, y que esa zona del Centro Cultural del oriente, el parque Centenario y el Teatro Santander, sea el polo cultural de la región. Los próximos alcaldes tienen que solventar la deuda en cultura y deporte, llevar al Atlético Bucaramanga a la primera categoría es otro de los retos, lograr integrar la empresa privada y la inversión pública para tener un buen escenario con un equipo estable como en los años más gloriosos, donde se logre además de esto garantizarle a la familia que pueda ir tranquilamente al estadio a disfrutar del fútbol que es un deporte masivo que genera pasión. Para esto también debe hacerse un esfuerzo con los jóvenes deportistas, esta es una opción para que los muchachos se alejen de la ilegalidad y piensen en un futuro más prometedor, no muchos futbolistas que saltan al extranjero son de Santander, en esto hay  que hacer una apuesta grande para entregarle al país futbolistas de alta calidad, pues el talento existe, lo importante es invertir en las divisiones menores si se quiere estabilidad de un equipo en la primera categoría, así como el ejemplo vivo de la cantera del Envigado en Antioquia.

La inversión empresarial extranjera o de orden nacional y el fortalecimiento del emprendimiento constituyen uno de los retos más importantes. La Cámara de Comercio de Bucaramanga en alianza con instituciones de orden público y privado, hace grandes esfuerzos por atraer inversión y por fortalecer los emprendimientos de la región. Existen programas como Apps.co y Más ideas más empresas que trabajan en el acompañamiento de nuevas empresas de alto impacto o de emprendimientos tradicionales para fortalecer sus modelos de negocio y recibir asesoría especializada en temas técnicos o de visualización y relaciones comerciales. También a través de Santander Competitivo e Invest In Santander se busca promover a la región como un destino de inversión. No obstante, si se integraran más frentes de las diferentes entidades de orden público y privado, teniendo relevancia el sector empresarial, las alcaldías, la Gobernación y la academia, se podrían aunar más esfuerzos de capital humano y de recursos para seguir haciéndole frente a la inversión y al emprendimiento. El reto está en dar una mirada diferente e innovar en el trabajo en este tema, permaneciendo bajo el marco legal nacional, pero formulando estrategias que lleven a la región a ser un ejemplo para el país. Esto en referencia a que Santander puede innovar en la disminución de trámites para facilitar el emprendimiento, en estrategias de promoción de los mismos, en la identificación de nuevos talentos e ideas de impacto. ¿Por qué no contar con una red de asesoría a nuevos proyectos donde se pueda acceder de manera gratuita a información sobre temas de formalización, de conocimiento de agentes de inversión en proyectos o consultores especializados de bajo costo? Este es el reto en que los países desarrollados han trabajado, pues entendieron la importancia del fracaso y de no crucificar las ideas sin éxito, en Colombia por el contrario, crear una empresa es paradójicamente menos costoso que liquidarla.

La inclusión social es el último pero no menos importante punto de los retos de la bonita hacia futuro, qué hacer con los “Ninis” de la ciudad, jóvenes que ni estudian ni trabajan o algunos que estudian pero que se cobijan en su minoría de edad para desperdiciar su vida en la delincuencia. En los últimos años se ha concentrado una gran masa de estos muchachos que anda en grupos, con poco control debido a las escasas herramientas de la fuerza pública, incluso dentro de las famosas “chiquitecas” que han legalizado la venta de alucinógenos a menores de edad. El poder de la innovación también está en generar estrategias para estos jóvenes de zonas deprimidas de la ciudad. No se puede desconocer nuestro contexto, datos del DANE oscilan el porcentaje de pobreza en Colombia entre el 30% y el 40%, no se considera pobre aquel que percibe poco más de 7.500 pesos diarios, un valor muy inferior al salario mínimo, lo que refleja que la cifra de pobreza puede ser mucho más alta. El AMB no es ajena a esta realidad, la propuesta debe ser la innovación social, buscar integrar estrategias que mejoren la calidad de vida de estas personas y que logren una mejor mirada de la percepción de seguridad del ciudadano. Medellín nos puede dar claves para este cambio, la construcción de la Biblioteca España dentro del barrio Santo Domingo Savio en una de las comunas de la ciudad, no sólo fue un reto arquitectónico por las condiciones de la geografía sino también por la integración de la comunidad, eso sumado a la facilidad del acceso de sus habitantes y turistas a estos barrios a través del Metro Cable. Esto genera oportunidades para sus habitantes, tanto de empleo formal como de mejora de la percepción del entorno al sentirse incluidos dentro de la ciudad. El AMB necesita Megaobras que incluyan los barrios marginados y que sean ejemplo de innovación social, junto con la masividad de oportunidades de educación superior para los jóvenes. Bucaramanga cuenta con una buena red de instituciones de educación superior, el reto está en poder captar la atención de la comunidad hacia ofertas educativas que garanticen la especialización y el acceso futuro a un buen empleo. Otras estrategias pueden enfocarse en trabajos formales sobre líneas que la ciudad necesita explotar y para lo cual requiere mano de obra, como por ejemplo el trabajo de reciclaje, las campañas de cultura ciudadana, la policía comunitaria, entre otros programas que se pueden implementar.

Este cuento corto espera que los planes de desarrollo y de prospectiva del Área Metropolitana de Bucaramanga integren estos retos y formulen estrategias claras para dar solución a cada uno. Los líderes regionales que recibe este conurbano en el 2016 no pueden ser ajenos a estas problemáticas y deben tener una visión muy clara de la realidad local pero también del contexto mundial para entender cómo otras regiones se han desarrollado rápidamente. Es imperativo trabajar en estos temas, no puede ser lógico que esta zona urbana donde confluye casi la mitad de la población santandereana no logre sacarle provecho a su ubicación, estando cerca logísticamente de la Ruta del Sol y de la futura reactivación de la navegabilidad del río Magdalena con una estación sobre el puerto de Barrancabermeja, inclusive la ubicación merece una gestión de la ampliación de las rutas aéreas y de tener un verdadero Aeropuerto Internacional, no es óptimo para el país ni para Santander que estando más al norte y al oriente de Colombia se tenga que ir a Bogotá para movilizarse a Estados Unidos y a Europa. Si no se trabaja en estos temas la región puede perder potencial en la contribución al PIB nacional o seguir manteniendo su balanza comercial negativa. En la percepción del ciudadano promedio también se debe avanzar para erradicar problemas que la ciudad, llena de alcaldías invisibles, ha venido dejando crecer, como por ejemplo la informalidad y la piratería en su máxima expresión con el moto taxismo, este último fenómeno se ha arraigado gracias a la oportunidad que las fallas en movilidad han ofrecido. Necesitamos una región donde los talentos se puedan quedar, que los salarios sean más atractivos para los tantos profesionales que egresan cada año. El reto más grande será trabajar para que esa fuga de cerebros sea cada vez menor y contribuya a que el desarrollo sea constante, para hacer de la ciudad bonita uno de los centros urbanos más competitivos del país.

miércoles, 4 de marzo de 2015

LA GUERRA DEL BALÓN

Desde tiempos inmemoriales, la guerra constituye parte de la historia de la raza humana, ya sea como resultado de la ambición del poder del hombre, por motivos de creencias religiosas o simplemente en la búsqueda de satisfacer necesidades de recursos naturales. No es guerra aquella donde no se pierde una cantidad considerable de vidas, mil o más según la definición del Instituto Internacional de Investigación de la Paz de Estocolmo. Colombia sí que sabe de la guerra, desde la conquista y durante la colonia, pasando por las guerras independentistas, como patria a finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX con la guerra de los 1000 días, durante la furia del Bogotazo y finalmente con el nacimiento de las guerrillas en un conflicto armado que lleva más de 50 años y que ha tenido todos los tintes y colores que podamos imaginar.

Soñar con un mundo sin guerra en donde reine la paz en la diferencia, parece una frase sacada de "Imagine" de John Lennon, un deseo convertido en canción que nació y está vivo en los millones de corazones de paz que abundan en el mundo. ¿Será posible que el concepto de guerra evolucione y se limite, por ejemplo, a batallas deportivas donde la consigna sea el juego limpio?. Una lucha de los más pequeños por la revancha de tener una mejor estrategia, un mejor proceso, que todo comience y termine en la cancha, y en donde la ambición por ser mejores sea sólo el deseo de ser campeón.

El fútbol es uno de esos deportes que engloba todo esto, es el deporte universal, un juego cargado de emoción que se practica en muchas culturas, que une los momentos de millones de jóvenes alrededor del mundo y decora la infancia de los niños de diferentes latitudes. El fútbol engloba los deseos de salir adelante de muchachos africanos, asiáticos y qué decir de los tantos latinoamericanos que sueñan con ser el próximo Messi, Neymar o James Rodriguez. El 2014 fue el año de la consolidación y el regreso de la gloria deportiva futbolística para Colombia, volvimos a estar orgullosos de un grupo de muchachos con un sentido especial. Nuestro entrenador, José Néstor Pekerman, supo encaminar un equipo y sacar lo mejor de este, en cuanto a disciplina, talento y capacidad de trabajo. Se dicen muchas cosas, desde la reestructuración que le dio la Federación Colombiana de Fútbol y el empoderamiento a su técnico para cambiar estructuras donde la "rosca" y la popularidad de personas ajenas al ámbito deportivo era lo preponderante, hasta la inmersión en procesos de Coaching, Liderazgo y manejo de medios. Lo que sí es cierto, es que potenciamos nuestra habilidades y nos hicimos los 5 mejores del mundo en talento, estrategia y espectáculo para el público. Ganamos una guerra diferente como país, aquella que se debería ganar también en la ciencia, la cultura, la economía y en muchas áreas más, para como dice Andrés Oppenheimer en su libro "Crear o Morir", el día de un mañana no muy lejano tener un Messi de las Ciencias, un Neymar de la Tecnología o por qué no, un James de la Productividad Empresarial.

En el mundo e incluso en nuestro país, la gente no conoce las historias penosas de las regiones de donde más el universo nos entrega talento para el fútbol, muchachos como Pablo Armero "la alegría de la selección", Juan Guillermo Cuadrado "la magia" o Jackson el "Chachachá" Martinez, vienen de regiones hermosas, algunas del pacífico y otras del Urabá Antioqueño o Chocoano, donde en contrariedad con su belleza la violencia y la lucha por el poder se ha arraigado, y donde durante la época Paramilitar y posteriormente con las bandas criminales se han dejado historias de despojo, masacres, muertes y diariamente un largo prontuario criminal. Las guerrillas también han puesto su cuota e incluso las fuerzas armadas, en una guerra por el control del tráfico de drogas que sale de muchos de estos puertos hacia Centro América o por el control del contrabando que entra al país y del negocio no formal de la piratería en su máxima expresión. Jackson es de Quibdó capital del Chocó, uno de los departamentos donde la corrupción regional y la desidia del gobierno nacional, han abierto una herida grande debido a la deuda con esta zona en el cubrimiento de las necesidades básicas de sus habitantes. Armero es de Tumaco, un puerto del pacífico Nariñense, en donde la banda criminal de los Rastrojos y la furia inclemente de las "FARC" han sitiado el día a día de la "perla del pacífico". Cuadrado es de Necoclí, un municipio ubicado en el golfo del Urabá, otra bella región de donde tristemente se ha evidenciado que se planeó y salió por orden de Carlos Castaño el grupo de Paramilitares que cometió la masacre de Mapiripán, una de las más dolorosas de este país. ¿Qué hizo que Armero, Cuadrado y Jackson no incursionaran en un grupo armado ilegal?, ¿Qué hizo que se alejaran de la tentación del poder que da el dinero fácil y las armas?, ¿Qué hizo que hoy su vida no sea un fracaso de la sociedad colombiana y al contrario estén triunfando en Italia, Portugal e Inglaterra siendo figuras de grandes clubes de fútbol y asegurando una vida cómoda para sus familias?. Quizás familias con un soporte sólido, quizás ángeles de la vida como esos "Profes" que trabajan con las uñas en esas regiones e inspiran a estos muchachos, quizás algún arriesgado agente que se atrevió a viajar a verlos y, siendo optimistas, demosle algo de crédito a un tal vez de un gobierno local con un buen programa de apoyo para estos jóvenes. Lo que sí se debe tener en cuenta de todo esto, es que es imperativo estudiar estas historias para fortalecer lo que se esté haciendo bien y poder potenciar nuestros talentos.

En este cuento corto, pregono porque el concepto de la guerra en nuestro país debe evolucionar en nuestro diccionario. La construcción de la paz requiere que se formulen modelos óptimos de apoyo, inclusión y visualización de nuestros talentos, lo mismo aplica para las ciencias, la cultura o cualquier área. Necesitamos más personas llevando nuestra bandera y peleando guerras diferentes, seguros de que sus bases se deben a que su pueblo logró invertir en las materias olvidadas. Esperemos que no sólo a partir de la firma de la paz, sino desde antes, en este presente y en un futuro muy cercano, las guerras que emprendamos sean similares a la guerra del balón, una guerra en el que no se pierden vidas.


viernes, 27 de febrero de 2015

EL CORAZÓN DE UN TUITERO

Cuando se dice que Colombia es un país sin memoria, estamos fácilmente inmersos en una frase muy cercana a lo que somos, una frase que se ha instituido y que la mayoría de los colombianos utilizamos para autocriticarnos o retratar un país que olvida con facilidad. Así como lo plasmó García Márquez en Cien años de Soledad, algo similar a la peste del olvido, una epidemia que ataca el recuerdo y que no se ha curado. Aquí han ocurrido tantas y tan conocidas atrocidades del ser humano, que en ocasiones las cosas que llegan del medio oriente o África parecen de un jardín de niños, comparándolas con los crímenes de lesa humanidad que por años han venido cometiendo guerrilleros, paramilitares, bandas criminales e inclusive agentes del estado. Desde la masacre de las Bananeras, pasando por Mapiripán, Bojayá, el Salado, y tantas otras regiones que han visto sin compasión el poder punzante de esta injusta guerra, la violencia en Colombia ha dejado víctimas que avergüenzan la dinámica social de este país. Quizás puede ser sencillo olvidar masacres cargadas de tanto dolor y con justificaciones atadas al poder, el dinero y con muy poco de política e ideales. El colombiano tiende a hacerle un duelo pequeño a estos temas para poder sacar "la cabeza del barro", no es fácil cargar con que vienes de un lugar en el que estas cosas suceden y donde además la justicia tiene muy pocas herramientas. Tampoco es simple vivir con el miedo y la zozobra de que todo esto pueda suceder en tu entorno, así que muchos prefieren olvidar. 

El perdón y el olvido junto con la justicia y la reparación integral de las víctimas es un modelo necesario, es el paso más seguro hacia la paz. Se ha puesto en contexto el concepto de justicia transicional, un modelo basado en abordar la justicia como una restitución integral centrado en la víctima más que en la condena al victimario, una forma diferente de hacer justicia que promueve la verdad y la reparación de los individuos afectados. Por otra parte, se debe aclarar que el olvido no puede trascender a nuestros líderes, no puede extrapolarse a la falta de memoria de cada tesis que nos sustentan y a cada acción que realizan, pues es en nuestros gobernantes en quienes recae la responsabilidad de mantener esta democracia cumpliendo con el servicio público que les hemos otorgado. Y este punto se basa, en que modelos loables como el de justicia transicional que abordará eventualmente la justicia en un proceso de posconflicto, es un logro de todos los colombianos, es la evolución de una sociedad hacia el desarrollo y es el desenlace que todos sin excepción llevamos en el corazón, pues es el deseo de romper con los lazos de una guerra de la que está cansada hasta la comunidad internacional. El corazón de uno de los tuiteros más famosos de nuestro país, nuestro expresidente y actual senador de la república Álvaro Uribe Vélez, no puede caer en el odio por el odio y en la hipocresía de sus tesis. Cada vez que "trina" está faltando a ese "Corazón Grande" que tanto promovió en su campaña a la presidencia de 2002. Y es que si hacemos el proceso de recordar, un proceso que en este país pocos hacemos, podemos encontrar el verdadero corazón de este tuitero:

En Colombia se popularizó la verdad, justicia y reparación en su gobierno. Se logró desmontar el Paramilitarismo a pesar de las fallas estructurales que todos conocemos de este proceso. Se repararon víctimas y primó la negociación con los exjefes paramiliatres antes que largas condenas. En su Gobierno hubo negociación con "terroristas" como insistentemente critica, desde este proceso de paz con los paramilitares hasta acercamientos con las FARC y el ELN, y en su más simple expresión, logró con su programa de desmovilización la reintegración a la vida civil de muchos compatriotas armados, ¿acaso este pequeño logro no es perdonar y reintegrar personas a la vida civil con un poco de impunidad como la que él tanto cuestiona? ¿Qué hubiese pasado si todos los guerrilleros hubiesen decidido desmovilizarse?, era casi que una paz con impunidad, ¿no?.

La captura de Rodrigo Granda "el canciller de las FARC" en Diciembre de 2004 en Venezuela, fue un logro para su gobierno. Granda hoy es uno de los negociadores de las FARC en la Habana. Un recto y ceñido a sus ideales, nuestro expresidente Álvaro Uribe, lo liberó como parte de un gesto de buena voluntad para facilitar la liberación de secuestrados de las FARC como sugerencia del Gobierno Francés a la cabeza de Nicolás Zarcozy, con el ánimo de facilitar principalmente la libertad de la excandidata presidencial Colombo-francesa Ingrid Betancourt. Lo que sabemos de este episodio es que Uribe dejó en libertad uno de los guerrilleros más importantes de las FARC, y que la historia nos dice que el grupo de secuestrados que encabezaba la excandidata presidencial salió años después por una operación militar. Osea, que en resumidas cuentas, ha tenido más gestos con esta guerrilla nuestro "corazón tuitero" que incluso el actual Presidente Santos, quien no ha cedido a las pretenciones de las FARC de interceder para sentar en la mesa de negociaciones a alias Simón Trinidad, quien fuera capturado y extraditado a los Estados Unidos años atrás.

Finalmente, este cuento corto se resumen en argumentos para invitar a que los colombianos sin excepción protejamos los procesos de paz con cualquier organización armada, vengan promovidos del color político que vengan. El deseo de la paz lo tenemos todos los que hemos sido tocados directa o indirectamente con la violencia de nuestro país, y la única salida al conflicto es el dialogo bajo un modelo de justicia que englobe las verdaderas necesidades de nuestra nación, porque a esto hay que agregarle que nuestro aparato penitenciario no es suficiente y que hay una gran falencia para ejercer justicia de resocialización desde las cárceles. El corazón tuitero de la tendencia política que ha hecho oposición al proceso de paz actual con la guerrilla de las FARC es necesario, porque la paz es de todos, y es necesaria también la veeduría y el observatorio crítico de todos los procesos que nazcan hacia adelante ya que siempre hay aristas que se deben pulir. Pero ese mismo corazón debe ser coherente, porque si algo debemos aprender en Colombia, es a no olvidar quién dijo qué, con qué acciones, dónde y bajo qué condiciones, en esto debe estar fino el recuerdo.