El Área Metropolitana de
Bucaramanga -AMB- es una de las zonas urbanas más importantes para el país, en la que confluyen los municipios de Girón, Floridablanca, Piedecuesta y Bucaramanga.
Alrededor de un millón de habitantes residen en el área, la cual se ha venido
constituyendo como una ciudad dinamizadora de un creciente ambiente económico,
donde en el orden departamental su contribución al PIB del país está alrededor
del 7%, convirtiéndose en la cuarta región en importancia después de Bogotá, Antioquia y el Valle del Cauca. Una buena red de universidades, la calidad de la
infraestructura en salud, sectores que se han vuelto mucho más competitivos
como la construcción y sectores tradicionales importantes como la confección,
la joyería y el calzado, hacen de estos municipios un polo relevante de
desarrollo, esto sin contar innumerables empresas de producción y de servicios
que están trabajando en un ambiente innovador creciendo de forma estable. No obstante, existen muchos temas que se deben potenciar para que la ciudad sea
mucho más competitiva y preponderante en el ámbito nacional, que contribuyan de
una manera más amplia al apoyo que esta zona le sustenta al sur del César, Norte
de Santander y Sur de Bolívar, regiones que utilizan esta área urbana para
satisfacer sus necesidades comerciales, de salud y de educación de sus habitantes.
El AMB necesita seguir sumando
esfuerzos para ampliar las metas y el alcance de tópicos sobre los que se ha
trabajado de forma constante por parte de las fuerzas vivas de la ciudad. Sin
embargo, hay temas que se han dejado de lado y algunos otros con un trabajo
escaso. Principalmente, Bucaramanga requiere de líderes que se atrevan a
incursionar de forma innovadora en la solución de retos que harán del área una
zona mucho más atractiva, estos se enmarcan en: La optimización de la movilidad,
el apoyo a la cultura y el deporte, la inversión empresarial, el
emprendimiento y la inclusión social.
La movilidad es un tema central que
a todos nos interesa, así como en el país uno de los principales problemas logísticos
durante años ha sido el transporte, debido a la falta de infraestructura y de variedad
de medios, en el AMB optimizar los desplazamientos influirá en la calidad de
vida de sus habitantes, en la experiencia de los turistas y en la rapidez de
los procesos dentro de las empresas, lo que está directamente relacionado con
la productividad. En un artículo de Vanguardia Liberal del año en curso, se
relacionaba que dentro del AMB existen alrededor 553 mil vehículos registrados,
casi que por cada 2 personas que conversan en un sitio público existe una con
vehículo propio, sin duda una causa que genera un problema reflejado en el colapso
de las vías de acceso y de conexión de los diferentes municipios, haciendo los
trayectos mucho más largos y menos efectivos. El tercer carril es un hecho, la
esperanza del ciudadano es que logre conectar con mayor rapidez el norte y sur
de la ciudad, las obras de infraestructura vial siempre serán importantes, pero
se debe tener cuidado porque el número de vehículos puede seguir aumentando y
en 10 años estar promoviendo el cuarto carril. Es necesario que nuestros
líderes revisen estrategias diferentes, como por ejemplo, que trabajen de forma
integrada con el sector empresarial, las universidades, colegios y el sector
público, en la modificación de los horarios de ingreso y salida para cada caso,
una estrategia que puede contribuir a optimizar el número de personas saliendo
o llegando a sus hogares en una hora determinada, pero para esto también hay
que avanzar en una nueva mentalidad que nos lleve a entender que quien más
trabaja no es quien más horas pasa dentro de una oficina. Por otra parte, un
sistema de transporte masivo con muchas fallas estructurales, estos sistemas
fueron diseñados principalmente para tener un carril exclusivo y para
movilizarse rápidamente. En primera instancia, el sistema no ha logrado a la
fecha conectar de forma óptima toda el AMB, un turista no podría visitar todos
los sitios que tiene este conurbano dentro de un bus de Metrolínea y, adicional
a eso, el sistema tiene puntos en el que funciona dentro del carril de los
vehículos particulares, uno de los grandes desaciertos. En Bogotá, a pesar de
que el sistema colapsa en hora pico debido a la gran afluencia, es mucho más
óptimo, los buses tienen carril exclusivo en toda su infraestructura, va a los
puntos turísticos, cuenta con aplicaciones digitales que facilitan la ubicación
y la frecuencia de los buses es mucho más alta. Estos buses están diseñados
para tener su carril exclusivo, es inconcebible ver cómo al final del Viaducto
García Cadena algunos buses se tienen que salir de su carril para parar en una
estación que se encuentra en el carril de los vehículos particulares, o que
estos buses anden como cualquier automotor por la angosta carrera 33, y
finalmente que no sea respetado su carril debido a la gran congestión.
Metrolínea ya existe, el reto que se propone es su optimización, su ampliación
y construir estrategias para evitar que los buses circunden dentro del tráfico
normal, esto ayudará a la descongestión y disminuirá el riesgo de accidentes.
Otro punto del reto de movilidad es fomentar la bicicultura, el AMB cuenta con
una geografía que no es fácil para un ciclista, sin embargo, existen zonas
planas donde se debería tener una buena infraestructura de ciclorutas que vaya
acompañada de educación para el ciudadano, tanto para el ciclista como para el
peatón. Afortunadamente, se conserva un buen ambiente de grupos que fomentan
esta práctica y que la han llevado mucho más allá de la ciclovía, como
Ciclaramanga, Mujeres Bici-bles, entre otros. Son iniciativas que cualquier líder
debería apoyar e integrar a estas personas para trabajar en esta materia.
Otro de los retos que enmarcan el futuro del
AMB es la inversión en cultura y deporte. Las ciudades del futuro son zonas en
las que se encuentra una gran variedad de actividades por hacer, entre las que
no sólo está la dinámica de los grandes centros comerciales, sino la gran
infraestructura para participar en actividades deportivas y grandes teatros que
propician los eventos musicales, de artes escénicas y exposiciones de artes
plásticas. Bucaramanga cuenta con personas que hacen esfuerzos para traer
eventos relevantes para la ciudad, como por ejemplo “Abrapalabra” con el fortalecimiento
de la cuentería, sueños de historias contadas por artistas nacionales e
internacionales. El Teatro Corfescu y toda la organización realizan además de
esto, eventos con artistas de orden regional, nacional e incluso internacional
durante todo el año. Sin embargo, el trabajo es arduo en esta materia, se debe
integrar a la academia para volver masivo el uso de los escenarios y que se puedan
traer artistas con un costo accesible al público. Fortalecer los eventos en el
Luis A. Calvo de la Universidad Industrial de Santander, el mismo Teatro Corfescu,
e indiscutiblemente concretar de una vez el proyecto del Teatro Santander, qué
bueno ver un futuro en el que recitales de artistas internacionales no sólo
sean en Medellín y Bogotá, sino que incluyan a Bucaramanga, y que esa zona del
Centro Cultural del oriente, el parque Centenario y el Teatro Santander, sea el
polo cultural de la región. Los próximos alcaldes tienen que solventar la deuda
en cultura y deporte, llevar al Atlético Bucaramanga a la primera categoría es
otro de los retos, lograr integrar la empresa privada y la inversión pública
para tener un buen escenario con un equipo estable como en los años más
gloriosos, donde se logre además de esto garantizarle a la familia que pueda ir
tranquilamente al estadio a disfrutar del fútbol que es un deporte masivo que
genera pasión. Para esto también debe hacerse un esfuerzo con los jóvenes
deportistas, esta es una opción para que los muchachos se alejen de la
ilegalidad y piensen en un futuro más prometedor, no muchos futbolistas que
saltan al extranjero son de Santander, en esto hay que hacer una apuesta grande para entregarle
al país futbolistas de alta calidad, pues el talento existe, lo importante es
invertir en las divisiones menores si se quiere estabilidad de un equipo en la
primera categoría, así como el ejemplo vivo de la cantera del Envigado en
Antioquia.
La inversión empresarial
extranjera o de orden nacional y el fortalecimiento del emprendimiento
constituyen uno de los retos más importantes. La Cámara de Comercio de
Bucaramanga en alianza con instituciones de orden público y privado, hace
grandes esfuerzos por atraer inversión y por fortalecer los emprendimientos de
la región. Existen programas como Apps.co y Más ideas más empresas que trabajan
en el acompañamiento de nuevas empresas de alto impacto o de emprendimientos
tradicionales para fortalecer sus modelos de negocio y recibir asesoría
especializada en temas técnicos o de visualización y relaciones comerciales.
También a través de Santander Competitivo e Invest In Santander se busca
promover a la región como un destino de inversión. No obstante, si se
integraran más frentes de las diferentes entidades de orden público y privado,
teniendo relevancia el sector empresarial, las alcaldías, la Gobernación y la
academia, se podrían aunar más esfuerzos de capital humano y de recursos para
seguir haciéndole frente a la inversión y al emprendimiento. El reto está en
dar una mirada diferente e innovar en el trabajo en este tema, permaneciendo
bajo el marco legal nacional, pero formulando estrategias que lleven a la
región a ser un ejemplo para el país. Esto en referencia a que Santander puede
innovar en la disminución de trámites para facilitar el emprendimiento, en
estrategias de promoción de los mismos, en la identificación de nuevos talentos
e ideas de impacto. ¿Por qué no contar con una red de asesoría a nuevos
proyectos donde se pueda acceder de manera gratuita a información sobre temas
de formalización, de conocimiento de agentes de inversión en proyectos o consultores especializados de bajo costo? Este
es el reto en que los países desarrollados han trabajado, pues entendieron la importancia del fracaso y de no crucificar las ideas sin éxito, en Colombia por el contrario, crear una empresa es paradójicamente menos costoso que liquidarla.
La inclusión social es el último
pero no menos importante punto de los retos de la bonita hacia futuro, qué
hacer con los “Ninis” de la ciudad, jóvenes que ni estudian ni trabajan o algunos que estudian pero que se cobijan en su minoría de edad para
desperdiciar su vida en la delincuencia. En los últimos años se ha concentrado
una gran masa de estos muchachos que anda en grupos, con poco control debido a
las escasas herramientas de la fuerza pública, incluso dentro de las famosas “chiquitecas”
que han legalizado la venta de alucinógenos a menores de edad. El poder de la
innovación también está en generar estrategias para estos jóvenes de zonas
deprimidas de la ciudad. No se puede desconocer nuestro contexto, datos del DANE
oscilan el porcentaje de pobreza en Colombia entre el 30% y el 40%, no
se considera pobre aquel que percibe poco más de 7.500 pesos diarios, un valor muy
inferior al salario mínimo, lo que refleja que la cifra de pobreza puede ser
mucho más alta. El AMB no es ajena a esta realidad, la propuesta debe ser la
innovación social, buscar integrar estrategias que mejoren la calidad de vida
de estas personas y que logren una mejor mirada de la percepción de seguridad
del ciudadano. Medellín nos puede dar claves para este cambio, la construcción
de la Biblioteca España dentro del barrio Santo Domingo Savio en una de las
comunas de la ciudad, no sólo fue un reto arquitectónico por las condiciones de
la geografía sino también por la integración de la comunidad, eso sumado a la
facilidad del acceso de sus habitantes y turistas a estos barrios a través del
Metro Cable. Esto genera oportunidades para sus habitantes, tanto de empleo
formal como de mejora de la percepción del entorno al sentirse incluidos dentro
de la ciudad. El AMB necesita Megaobras que incluyan los barrios marginados y
que sean ejemplo de innovación social, junto con la masividad de oportunidades
de educación superior para los jóvenes. Bucaramanga cuenta con una buena red de
instituciones de educación superior, el reto está en poder captar la atención
de la comunidad hacia ofertas educativas que garanticen la especialización y el
acceso futuro a un buen empleo. Otras estrategias pueden enfocarse en trabajos
formales sobre líneas que la ciudad necesita explotar y para lo cual requiere mano
de obra, como por ejemplo el trabajo de reciclaje, las campañas de cultura
ciudadana, la policía comunitaria, entre otros programas que se pueden
implementar.
Este cuento corto espera que los
planes de desarrollo y de prospectiva del Área Metropolitana de Bucaramanga
integren estos retos y formulen estrategias claras para dar solución a cada
uno. Los líderes regionales que recibe este conurbano en el 2016 no pueden ser
ajenos a estas problemáticas y deben tener una visión muy clara de la realidad
local pero también del contexto mundial para entender cómo otras regiones se
han desarrollado rápidamente. Es imperativo trabajar en estos temas, no puede
ser lógico que esta zona urbana donde confluye casi la mitad de la población santandereana no logre sacarle provecho a su ubicación, estando cerca
logísticamente de la Ruta del Sol y de la futura reactivación de la
navegabilidad del río Magdalena con una estación sobre el puerto de
Barrancabermeja, inclusive la ubicación merece una gestión de la ampliación de
las rutas aéreas y de tener un verdadero Aeropuerto Internacional, no es óptimo
para el país ni para Santander que estando más al norte y al oriente de Colombia se
tenga que ir a Bogotá para movilizarse a Estados Unidos y a Europa. Si no se
trabaja en estos temas la región puede perder potencial en la contribución al PIB
nacional o seguir manteniendo su balanza comercial negativa. En la percepción
del ciudadano promedio también se debe avanzar para erradicar problemas que la
ciudad, llena de alcaldías invisibles, ha venido dejando crecer, como por
ejemplo la informalidad y la piratería en su máxima expresión con el moto
taxismo, este último fenómeno se ha arraigado gracias a la oportunidad que las
fallas en movilidad han ofrecido. Necesitamos una región donde los talentos se
puedan quedar, que los salarios sean más atractivos para los tantos profesionales
que egresan cada año. El reto más grande será trabajar para que esa fuga de
cerebros sea cada vez menor y contribuya a que el desarrollo sea constante,
para hacer de la ciudad bonita uno de los centros urbanos más competitivos del
país.