viernes, 5 de octubre de 2018

ANSIEDAD: PERDIENDO LA VIDA EN VIDA.

Hay una realidad en la sociedad colombiana: No conocemos sobre salud mental. Si no es cáncer o diabetes las personas tenemos que estar bien, y, lamentablemente, no es así. La salud mental afecta a muchas personas en Colombia y alrededor del mundo, pero no se le ha dado la importancia que requiere. Estar padeciendo una enfermedad mental es no tener calidad de vida, y para eso no hay que estar "loco", como comúnmente lo llamamos, a veces se lleva por dentro y se convierte en una lucha constante de las personas. El más reciente informe de salud mental en Colombia revela que "Uno de cada diez colombianos sufre algún problema mental. La depresión y la ansiedad son los principales trastornos reportados. La investigación incluyó 15.351 encuestas a hogares en el país" (Fuente: revista SEMANA, 2015).

Así pues, el 10% de los colombianos padece algún problema. La persona, con alta probabilidad, puede estar en frente nuestro y no sabemos que tiene un problema del cual podemos ser parte sin darnos cuenta. Vamos a la ansiedad, en el mismo informe se menciona que en los adultos predominaron los trastornos de ansiedad, depresión y psicosis. El 9,6 por ciento de los colombianos entre 18 y 44 años aseguraron padecer enfermedades mentales. ¿Se han preguntado qué es la ansiedad y si la sufren? ¿Saben qué síntomas tiene? ¿Conocen los niveles a los que te puede llevar si no es tratada a tiempo? 

Primero se debe mencionar que la ansiedad se puede relacionar con el estrés y que este no es del todo malo, el estrés es funcional y te lleva a estar alerta ante situaciones de peligro, de presión o riesgosas. Por ejemplo: ¡Tengo que presentar un examen! te estresas toda una semana estudiando, repasando, pensando...pero pasa la situación y sigues con tu vida normal: Esto es una ansiedad funcional, te llevó a estar alerta y activar toda tu energía para sacar algo adelante. El problema viene cuando se sigue teniendo exámenes, estás en la Universidad y tendrás cuatro exámenes en el semestre, y tu cabeza no deja de pensar en los cuatro a la vez y en las grandes posibilidades de que no seas capaz, y en la pereza que te dará estudiar, y en lo duro que será, que fallarás y que no podrás, y ¡mil cosas más! Esto puede ser un ejemplo de ansiedad que requiere atención, pensar así te puede llevar a tener muchos síntomas como taquicardia, visión borrosa, sensación de adormecimiento de partes del cuerpo, dolor en músculos, aturdimiento, sensación de irrealidad, mareo y hasta depresión. Y quiero hacerte reflexionar en algo: Si eso es en la Universidad, ¿cómo será cuando comiences a trabajar?

La ansiedad puede tener un alto componente genético, la manera como funciona el sistema nervioso e incluso el sistema endocrino puede tener predisposiciones que afectan el comportamiento de las hormonas que regulan el estrés. Sin embargo, también tiene un componente importante cuya raíz se encuentra en las estructuras de pensamiento que aprendimos cuando niños, nuestros hábitos y en los miedos. Vamos por partes: debes conocer tu cuerpo y tu  mente. Para solucionar la predisposición física que puedas tener es importante que sepas qué cosas no puedes comer o tomar y qué hábitos debes aprender. Aquí va un ejemplo: Una taza de café tipo americano de 240 ml contiene un alto porcentaje de cafeína que puede estar alrededor de entre 100 mg y 200 mg...¡es delicioso! pero a todos no les hace el mismo efecto, hay personas que con esa cantidad pueden terminar comiéndose las uñas y hasta los dedos, otros necesitan hasta 8 tazas de estas para poder vivir: todos somos diferentes. En un curso virtual para superar la ansiedad (vive sin ansiedad) que puedes encontrar fácilmente en la red, ponen al ejercicio físico como número uno en los consejos para comenzar a superar este padecimiento, es importante que lo involucres a tu vida, así como empezar a disfrutar más de las cosas que te gusta hacer. Superar la ansiedad va a ser exitoso si entiendes con todas tus fuerzas que se vive un día a la vez y que cada día debe tener sentido.

Hoy son sólo algunos pequeños consejos para los lectores que comprenden estos procesos, que, retomando la cifra, podrían ser el 10% de los habitantes de Colombia. Estamos en un país complejo, en donde el entorno día a día nos presenta casos de injusticia, corrupción, y aún la violencia que no nos quiere dejar del todo. Cuando eres una persona ansiosa el mundo que te rodea es diferente, lo ves de forma diferente, se presenta preocupación crónica por el futuro, por el país, por tu familia, por no poder hacer las cosas; se presentan miedos que para otros son cosas simples, como estar solo, conducir, subir a un edificio y hasta salir a la calle: Todo esto lleva a potenciar la ansiedad. Es bueno que conozcas los síntomas, que identifiques los miedos y que logres conocer los puntos débiles para darles la vuelta. 

Necesitamos aún más investigación y muchos más programas que se preocupen por la calidad de vida de las personas con padecimientos mentales, esto nos puede hacer incluso más productivos como país.












AMALGAMA

Primer capítulo: Ella.

A esta altura del viaje la barba era abundante y el cabello formaba los resortes de la discordia, esos que me avisaban que estaba tarde para ir al salón. Sabía que sólo los cortaría al regresar, como un homenaje al hombre pasado que había de dejar y para dar bienvenida a un ser diferente. Se acercaba el ocaso, mi amigo proponía sólo un gol más para retirarse a orar, así como en el barrio: el gol gana. Y así lo tomé, porque así era desde niño, alguien acostumbrado a ganar y que había que tenido que aprender a perder a la fuerza. Me levanté y sostuve mi cuerpo al menos un segundo para cabecear con todo mi ser la pelota, un gol que en los últimos dos meses había buscado y que sólo se me daba al final, en ese instante de gloria para decir adiós al partido, pero también a ese país y con esto a Mohammed, Francisco, Nicolás, Mattia, Yun, Gokmen y Manuel, mis amigos, los que no perdieron de vista el fútbol 2 veces por semana, pero más allá de eso, los que no perdieron de vista la diversidad de colores que había entre nosotros.

Eran las 2 o 3 de la tarde y mi paisaje había ido cambiando, de la Bogotá con casas de ladrillo amarillo y tejas de zinc, a la Ciudad de México inmensa para llegar a Londrés y viajar después 2 horas en un taxi a la ciudad de Bournemouth. Casitas con ventanas en el techo, con alfombra en el piso y echas de cartón. O quizás no, pero escuchabas todo entre paredes. Los árboles adornaban el camino a mi nueva casa, y el verano se comenzaba a marchitar, aunque la brisa desquebrajaba mi piel y el frío era diferente al de la sabana. Ahí estaba, entrando a un portón, con un jardín bello y dos camionetas Ford apostadas a la derecha. Mi corazón palpitaba con nerviosismo y el cansancio de las más de 20 horas que acumulaba de viaje hacia mella. Abrió la puerta un papa noel sin barba con una sonrisa que daba tranquilidad y detrás de él un ser que me observó con una energía que eclipsó mis pocos sentidos. Quiso ayudarme con la maleta, pero yo con mi orgullo de macho cabrío no la dejé, le dije que podía solo en un inglés pisoteado, aunque la verdad hubiese querido que me cargara hasta la vida. Mientras el abuelo le ofrecía un Sandwich al conductor, ella me llevaba a mi habitación y comencé a detallarla: cabello a la cintura, pecas, blancura extrema, cara redonda como mi mamá y un olor mejor que ropa limpia de casa. ¿De dónde eres? Pregunté. A lo que ella respondió: I am from Bogotá.

Segundo capítulo: Un musulmán, un amigo.

Tercer capítulo: Naz y los turcos.

Cuarto capítulo: El lenguaje del fútbol.

Quinto capítulo: Una Toscana para enamorarse.

jueves, 4 de octubre de 2018

LA INCOHERENCIA DEL REBAÑO.

Lo primero que debo mencionar es que esto lo escribe un ser imperfecto, humano y pecador, una persona que falla diariamente pero también un ser humano reflexivo y con inteligencia existencial. O al menos, en el análisis de los tipos de inteligencia, esa fue la que más hizo palpitar mi corazón pues me identifiqué por fin en un nicho, como quien ve un oasis en medio de un desierto.

Escuchando a Jesús Adrián Romero, cantante de música cristiana o mal llamada Gospel -yo la llamaría música espiritual- reflexioné sobre la vida de Jesús y su influencia en el mundo, sobre el verdadero mensaje de Dios. Es cierto que no es fácil comprender el libro sagrado de la biblia, para eso se requiere de capacidad de reflexión, orientación, fe y mucha oración clamando sabiduría. El poder de la oración es infinito, pero mucho más el de la fe. Pero me desvié un poco, lo importante acá es el verdadero mensaje de Dios a través de la vida de Jesús, que de por sí es el mensaje para encaminar la desorientación de nuestras vidas. Lo que aprendí leyendo, escuchando a amigos y disfrutando a compositores como Jesús Adrián, es que la respuesta está en imitar la vida de Jesús, una de sus canciones dice textualmente: "Y al conocer tu corazón, mi mundo se hace pequeño, se desbaratan mis sueños. Y al descubrir tu gran amor, cobra sentido mi vida, todo problema se olvida". Debo aceptar que antes de llegar a esta reflexión esto estaba en mi vida de manera muy vaga, no lo comprendía. Pero para explicar qué es imitar la vida de Jesús, primero se debe comprender la incoherencia del rebaño.

La incoherencia del rebaño no es una crítica con látigo a la manera como se comprende el mensaje de Dios, pero sí es un llamado de atención y una alerta a cómo comprendemos las escrituras y más allá de eso, a la manera cómo comprendemos la vida misma. ¿Me creerían si les digo que comprendí el poder de la vida de Jesús entendiendo el poder de la vida del profeta Maoma o Mohammed para los árabes? Sí, estudiando inglés con mi amigo Mohammed en el Reino Unido -Para no confundirlos debo explicarles que ellos se llaman Mohammed como su profeta y que es el nombre más popular del mundo, así como hay miles de "Jesuses" en nuestros países- descubrí el poder de la enseñanza de este profeta en la tierra. Mi amigo lo seguía al pie de la letra, era una persona colaboradora, amorosa, noble, humana. Me enseñó que su profeta tenía un vecino que no lo quería, le dejaba la basura en su casa y le hacía la vida imposible, sin embargo, el profeta Mohammed terminó cuidándolo en su lecho de muerte. Un corazón noble por encima de nuestros corazones, y ese Musulmán, mi amigo Mohammed, era un hombre dispuesto a dar antes que pedir cualquier cosa, rompió mis paradigmas sobre su cultura y fue uno de los que hizo mi experiencia en el exterior muy superior a mis expectativas.

La manipulación de las personas en las elecciones de nuestros líderes, una iglesia que pide doce personas y dinero porque entraste o porque te bendicen con tu salario. Un pastor que se cree un ser superior y obliga a su iglesia a invitarlo a comer. Arrinconar a los homosexuales, poner en el último escalón del camino al cielo a las prostitutas y un sinnúmero de prácticas con las cuales no puedo estar de acuerdo, me hacen pensar que la incoherencia del rebaño es infinita. Jesús recibió un pan que le ofrecieron por la admiración que le tenían y puso de primero a un mendigo y se lo regaló, en medio de los murmullos de la gente abrazó a una prostituta y le dio todo su amor y su paz mientras les decía: "¿Por qué miras la paja en el ojo ajeno y no el tronco que hay en el tuyo?". Jesús nos demostró que se puede perdonar a un hijo que se fue e ir en contra de la lógica del castigo para volverlo a recibir con amor. Nos dio cátedra cuando dijo: "pon la otra mejilla", o, "al que te quita lo que es tuyo no se lo reclames". También nos enseñó la importancia de dar, de compartir, de ayudar; no sólo a los que amamos, sino al extraño, al que no conocemos, a aquel que nos hace daño. Y aunque estas son frases y actos poderosos y difíciles de seguir, lo sé, ese es el verdadero significado de imitar su vida que es a lo que nos llama su ejemplo. Pero no sólo es la vida de Jesús, sino también la de Mohammed y la de todo aquel profeta que haya profesado las verdaderas enseñanzas. Ambos son del linaje de Abraham, pero nos hemos complicado buscando si la verdad está en los hijos de Isaac o Ismael y tratando de saber quién tiene la razón. La verdad es una sola y es el poder del amor, el verdadero amor por Dios y por el prójimo como el que tenemos por nosotros mismos.

Somos seres imperfectos, el día a día nos consume y nos es difícil hacer una pausa para pensar en todo esto. La religión nos atrapa pero no hacemos una pausa sobre el mensaje: Ateos, creyentes, cristianos, musulmanes, budistas, niños, jóvenes, perdidos, drogados, con camiseta rosada o roja, todos, absolutamente todos, merecemos que nos miren a los ojos como si nos miráramos a través de un espejo.