Y es que se puede pensar en el Cauca como una tierra dulce de condiciones para el conflicto armado colombiano, pero siempre hay más. Más de una tierra cargada de historia en la que la raza y las culturas precolombinas son protagonistas, pero también los accidentes geográficos de los que nace un macizo que emana la vida: el agua.
Ubicada en el municipio del Patía, al sur del Cauca, en el casco urbano conocido como el Bordo a 81 Km aproximadamente de su capital Popayán, se encuentra la biblioteca pública municipal "Plutarco Elías Ramirez". Este lugar se alimenta de material dispuesto por el Ministerio de Cultura y el apoyo de la alcaldía municipal. Basta con entrar para respirar el grado de innovación que hace que los niños se alboroten por permanecer ahí: jugar, hacer tareas y aprender en un ambiente ideal, cargado de orden, buenos materiales, equipos y el amor y paciencia de la bibliotecaria: "Me toca devolver niños por cantidades cuando el espacio está ocupado" manifiesta. Su estrategia ha propuesto que en ese lugar se puede hablar, compartir y hasta jugar aprendiendo.
Esta experiencia conduce a la reflexión. Se puede incrementar la cultura de la lectura en Colombia, sólo que estamos inmersos en prácticas tradicionales que no llaman la atención de los niños y jóvenes. La cuestión va más allá de los recursos - sin dejar de ser importantes - y pasa por el convencimiento de seres humanos que conciben la lectura como un elemento esencial de desarrollo. Pasa también por esas mentes de cambio que se la juegan por capturar el placer de leer. Y es una tesis lógica el afirmar que quienes estén ahí, en esa biblioteca, quienes quieran permanecer ahí se alejarán muy seguramente de los tentáculos de la minería ilegal, el narcotráfico y todos los negocios que trae consigo la guerra.